Con una mariposa en los labios

Estoy muy contenta porque este año lo estoy terminando con lecturas muy interesantes y de todo tipo. En este caso, he disfrutado muchísimo de “Con una mariposa en los labios”, un viaje envolvente hacia la vida rural de Lituania: antes, durante y después del sometimiento de la Unión Soviética, que duró casi medio siglo.

El libro forma parte de una colección llamada “Relatos bálticos”, donde Carmen Caro Dugo, ha traducido y compilado una serie de cuentos, historias y relatos lituanos contemporáneos, con un prólogo muy contextualizador e interesante a cargo de Jūratė Sprindytė (recomendable leerlo antes de comenzar con los relatos).

Son muchísimos los autores/as que han dejado volar su pluma en aquellos tiempos tan difíciles, y aún ahora, podemos vislumbrar en su narrativa contemporánea, resquicios de un país ya independiente, pero huérfano del medio rural que les vio nacer y crecer a sus hijos, con una cultura y tradiciones únicas. Fruto del arraigo son estas historias llenas de nostalgia, tristeza, ternura en ocasiones. Nos envuelven los ecos del pasado casi fantasmagóricos, los recuerdos lejanos de la niñez, los pueblos ya vacíos y sus casas que hablan en el silencio.

Me han parecido relatos muy relajantes, conmovedores e interesantes, de un país que apenas conozco. Me gustaría que siguieran con la colección, esta vez, con Letonia y Estonia, y completar un pedacito de la historia de Europa, creo yo, muy olvidada en los libros.

Darle las gracias a @babelioespanol que me seleccionó en #masacritica, y a @balticaeditorial por enviarme el ejemplar.
Ojalá sigan con la colección.

Encantada y agradecida en que mi curiosidad me haya conducido a ciegas a estos autores/as desconocidos hasta ahora para mi, que no hicieron más que llenar de luz los ratos muertos en el día en que uno puede aprovechar para leer. Son 28 relatos breves, fluídos, divididos según autoría, que abstraen sin dificultad permitiendo que uno inmediatamente viaje a esos paisajes rurales balcánicos donde transcurren la mayoría de ellos. El entorno rural es un personaje más que da vida a la trama y es como un órgano vital anexo en cada uno de los protagonistas, que contínuamente evocan su entorno natal como combustible nostálgico para sobrellevar un presente donde naturaleza-civilización son contrapunto.
Sumamente enriquecedor el prólogo de la profesora Carmen Caro Dugo que nos sitúa en contexto del por qué lo rural es el núcleo vital de la literatura lituana, la cual orbita en torno a él en su narrativa durante el período soviético principalmente, régimen que se apropió de sus libertades, tierras, causando grandes heridas históricas y psicológicas a esta sociedad. Recomiendo leerlo previamente, es muy enriquecedor además de que cita a varios libros de estos autores lituanos que son esperanza y oportunidad de buena literatura.
El relato que da nombre a esta antología exquisítamente seleccionada, fue publicado en la prensa literaria y premiado en 1995.
La edición es impecable y de buena calidad.
Salirme de la norma en busca de nuevas experiencias como lectora, en esta oportunidad, fue todo un acierto.

Hoy comparto un libro de relatos protagonizado por una naturaleza idílica y un sentimiento de amor infinito por los animales en vidas marcadas por la miseria y las duras condiciones de trabajo. Se trata de "Con una mariposa en los labios. Relatos lituanos contemporáneos". Veintiocho relatos seleccionados y traducidos por Carmen Caro Dugo, profesora de Lingüística Romántica de Vilna y publicados por Báltica Editorial. Y leído gracias a Masa crítica de Babelio.
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Esta antología recoge relatos de diferentes extensiones y estilos narrativos de seis autores lituanos donde lo rural y lo urbano se contraponen para exaltar la felicidad de la infancia rodeados de una naturaleza idealizada donde los animales eran los mejores amigos. Tras el abandono de los campos llegan a unas ciudades descritas como lugares de polvo y suciedad que representan la búsqueda de un trabajo mejor y la inevitable vejez. Una última etapa que pasan encerrados en cajas de hormigón añorando la infancia hasta que sus almas son libres y alcanzan el reposo bajo los árboles.
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A partir de la vida de los protagonistas he conocido los horrores cometidos contra los campesinos lituanos tras la Segunda Guerra mundial y la ocupación soviética con la imposición de las granjas colectivas, las deportaciones a Siberia, la crueldad de los milicianos, las amenazas de la administración o la destrucción de la naturaleza.
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El amor por los animales es un tema presente en muchos relatos. Vacas y caballos no solo son imprescindibles para el sustento y el trabajo, sino también un miembro más de la familia al que amar y proteger de las inclemencias del tiempo, como en "Trebolera. Una noche de 1954". Una de las historias más duras ha sido "Isidro". Protagonizada por un hombre que se resiste entregar su caballo a las granjas colectivas.
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En muchos relatos está presente el anhelo de regresar al lugar de la infancia y disfrutar de la belleza y los olores de la naturaleza y sentir los pájaros, el río, la hierba, las mariposas, las avispas, las flores y los rincones donde leían y disfrutaban del cielo. “Fulgurante silencio" describe ese deseo de morir sobre una piedra en medio de la naturaleza para convertir en eterno lo idílico de lo rural.
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