Hope Street

Uf, por dónde empezar… Este libro me “movió” muchísimo. Y de manera literal, porque lo compré en la preventa, tuve que ir a buscarlo a casi una hora de viaje de mi casa, fui a la presentación (para lo que me ratié de mi trabajo un martes a la tarde) que fue divertidísima y cumplió, en parte, mi deseo de un recital acústico de Die Toten Hosen. Porque, por si no lo sabían, Campino es el cantante de esa legendaria banda punk alemana, banda a la que siguo desde hace muchísimos años.

El Campino que escribe el libro es un señor de cincuenta y siete años que se siente muy feliz por haber obtenido la ciudadanía británica, ciudadanía que anhelaba por ser un alemán hijo de madre inglesa y por ser un hincha enfermo del Liverpool FC. Ahora bien, ese señor no deja de ser el cantante de una banda punk, ni de ser el punk que es.

Entonces, este “Señor” nos cuenta un año de su vida través de los partidos del Liverpool FC, porque no se pierde ningún partido: o va a la cancha, o los sigue a través de la transmisión televisiva (o cómo sea que se llame ahora) Una anécdota tras otra, una más divertida que la otra. Pero también, esa pasión le sirve para contarnos parte de su vida. Y ahí hay una ternura maravillosa. Aparecen las preocupaciones de un padre de hijo adolescente, el cariño por su familia, por sus compañeros de DTH y todo lo cotidiano de este hombre de casi sesenta años.

Debo reconocer que el libro me encantó. Pero no puedo ponerle cinco estrellas. La traducción tiene sus complicaciones. Fue hecha por dos fans de DTH, ambas profesoras de alemán, que trataron de mantener la idea original de la jerga de Campino, pero no terminaron de que cerrara en nuestro modo de hablar. Aquí nadie diría “mi prometida” al hablar de su novia/pareja/compañera, por ejemplo. También hay algunas cuestiones de gramática: y sí, el alemán tiene sus complicaciones, y creo que está bien para esta primera edición, y espero que haya otras con correcciones.

¿Vale la pena leerlo? Claro que sí. Solo tengan en cuenta estos detallecitos.