En esta historia hay caminos que necesitan despejarse, un clima helado -adentro y afuera-, sentimientos profundos, palabras que no se dijeron en su momento y ahora encuentran la posibilidad de liberarse. Me encantan los diálogos. Leerlos, escribirlos, vivirlos... y esta historia se cimienta en ellos. Cada quién habla de sí mismo, habla con el otro y los dos hablan de ella. Ella, que está presente porque la muerte real es el olvido… Pero qué falta nos hace a veces siempre abrazar a quienes ya no están entre nosotros. |