La vida después de ella

Sin duda me he visto llorando y comprendiendo a cada uno de los exponentes. Amé a Blanca por su maravillosa forma de amar y de perdonar. A Elisa por su fuerza y cruel franqueza, porque aún con el corazón tan roto es capaz de ver más allá y comprender cada punto con dolorosa resignación. A David, que aunque también fue un verdugo para algunas cosas, hay que comprender todos sus silencios para darse cuenta que ha sufrido bastante incluso con él último que lo rompía. Los amé tanto que los hice míos y empaticé con ellos porque hay que seguir LA VIDA DESPUÉS DE ELLA, aunque nos rompe y odiemos cada minuto sin su compañía, porque vivir es parte del tributo para aquellos que se fueron, nuestra última prueba de amor.

Abril Camino me tuvo amando cada paso que di a su lado, no puedo alabar más algo que simplemente te pido que disfrutes y te dejes llevar. ¡Feliz lectura!
Enlace: https://locasdelromance.blog..

En este caso nos presenta dos personajes, Elisa y David, exsuegra y exyerno que por circunstancias coinciden en una casa muy especial para ellos y por culpa de una nevada se ven obligados a compartirla durante unos días.
Así el odio, la tristeza, la dejadez y pequeños secretos saldrán a la luz.

Esta vez dejamos a un lado el amor romántico y nos adentramos en otro tipo de amor, el amor familiar.

Una narración pausada, con un solo decorado, pero es, desde mi punto de vista, lo que pide esta historia más intimista y diferente.

A mi me ha gustado mucho.

Partiendo de la base de que me encanta la narrativa de Abril Camino, esta historia se me ha hecho larga, repetitiva y algo previsible. Bueno algo no, muy previsible porque vi venir el tema desde el principio. Así que no la he disfrutado como si esperaba hacerlo cuando me puse con ella.

Muchos capítulos narrados a dos voces por los protagonistas de la historia en los que, sobre todo hasta la mitad más o menos del libro, se repiten una y otra vez varias ideas que la autora quiere que nos queden claras para lo que se desarrolla después y, claro, yo al menos ha habido momentos que he me pillado poniendo los ojos en blanco y pensando, ya, sí, este tema nos había quedado claro hace 5 capítulos.

Es por eso y por el comportamiento de los protagonistas, sobre todo de uno de ellos, que no termino de entender y que no me vale con la “justificación” que en el libro se da de él porque no la veo lógico por lo que no ha terminado de llegarme esta historia.

He tardado en ponerme con este libro porque tenía miedo de sufrir de más habiendo leído la sinopsis y conociendo la pluma de la autora, pero ahora veo que más que sufrimiento me ha causado aburrimiento porque incluso estuve a punto de dejarlo de lado en un par de ocasiones y eso, creo, es peor.

Como siempre, leer a Abril Camino, es una apuesta segura.

Después de conocer su pluma con En una casa blanca a la orilla del mar, vuelvo a disfrutar de ella en esta lectura.

La forma de escribir de Abril es algo que me encanta, ya que logra trasmitir todo tipo de sentimientos de una forma muy sencilla y clara. No es una narración complicada ni densa, pero es muy concisa. Y siempre con la intensidad que la define.

Está narrado en primera persona por los protagonistas "visibles", David y Elisa. Con capítulos cortos, intercalándose entre ellos, hacen que conozcas la historia de una forma más personal y cercana, teniendo en cuenta en cada momento el sentimiento de cada uno de ellos. Con Elisa he tardado un poquito más en empatizar que con David, pero ambos personajes son muy bonitos y muy bien creados por la autora.

La historia es adictiva de principio a fin y muy rápida de leer, ya que además se trata de un libro cortito. Las ilustraciones, como siempre, dejan con la boca abierta.

En esta novela nos encontramos amor, pero no del que estamos acostumbrados a leer. Hay muchos tipos de amor y en este caso, Abril se centra en mostrarnos el amor que no debería ser, que no debería perdurar en el tiempo y, que contra todo pronóstico, dura, es fuerte y real.

Una historia que te emociona, algo que siempre consigue la autora en lo que he leído de ella.

Buscar la felicidad no siempre tiene el resultado que creemos o pensamos. Las personas tienen sus convencionalismos que, por desgracia en muchas ocasiones, hacen que te sientas fuera de lugar o como si estuvieras haciendo algo malo, pero, ¿qué hay de malo en intentar ser feliz?

A todo esto, hay que añadirle un paisaje de ensueño en mitad de la montaña, en una casita de lo más adorable.

Una historia muy recomendada!

Si te gusta la novela romántica, si te gustan las historias intensas y que emocionen, no te la puedes perder!

Primera vez que leo a la autora y ya sé que no va a ser la última. Me ha encantado su forma de narrar y de darle profundidad a momentos cotidianos, también el ensalzamiento de relaciones personales que van mucho más de un mero título familiar. Si vais buscando una historia de amor romántico, en este libro no la vais a encontrar; si queréis leer una novela de amor, del de verdad, ya estáis tardando en haceros con el libro y empezar a leer.

No os voy a contar casi nada de la trama porque es de las que hay que ir descubriendo poco a poco. No es enrevesada ni nada por el estilo, es sencilla pero bella y profunda. Tenemos a dos protagonistas, un hombre y una mujer que, por casualidad, karma o una broma del destino, se encuentran en una casa rural en León. Ella está destrozada y el rencor hacia él es infinito; él carga con la mochila de la culpa y la desesperación. Ambos conocen el dolor de la pérdida, pero también el amor incondicional. Tienen muchas cosas que aclarar y la climatología les dará un empujón al dejarlos incomunicados tras una nevada, solo falta que cada uno ponga de su parte, porque no siempre las cosas son lo que parecen.

Los capítulos son cortos, narrado cada uno de ellos por uno de los protagonistas (primera persona), lo que hace que sea una lectura ágil y logre captar desde el principio la atención del lector. El estilo es claro, directo y conciso. Ambos protagonistas están magníficamente perfilados y, a pesar de su corta extensión, la trama está perfectamente desarrollada y cerrada.

Sin lugar a dudas una muy buena lectura

No sabía muy bien qué me iba a encontrar en esta historia, imaginaba que amor ya que la escritora suele escribir romántica. Efectivamente hay amor, hay amor romántico y otro tipo de amor, de ese del que se habla menos, de familia, familia de verdad y familia encontrada, de ese del que no nos damos cuenta hasta que lo echamos en falta, de ese que se cuela por los resquicios de tu corazón para no desaparecer jamás.

Estamos ante una historia con dos voces protagonistas. Unos capítulos nos muestran el punto de vista de Elisa, madre y otros capítulos los narra David, ex marido. Recalco madre y exmarido, porque esta relación es el quiz de esta historia. Madre y exmarido ¿De quién? Pensaréis. de Blanca, Blanca que ya no está, Blanca que a pesar de no estar dejó su huella en muchas personas. Blanca que le dio una familia a David con más amor que la suya.

Ambos se encuentran por casualidad en la casa de la infancia de Elisa, en las montañas leonesas, casa que han compartido los 3 en multitud de ocasiones, casa que puede contar muchas historias y que conoce a sus protagonistas casi mejor que ellos mismos. Sin haberlo buscado, sin quererlo se ven abocados a pasar juntos un fin de semana encerrados por la nieve, incomunicados del mundo e incomunicados entre ellos mismos. Hace meses que no se hablan, desde mucho antes de que Blanca dejara de ser.

Me ha parecido un libro muy especial, de un tema que sobre el que nunca había leído. Un libro sin duda para reflexionar sobre muchas cosas.
Mediante conversaciones que comienzan sin ganas, tirantes llenas de rencores y las reflexiones en primera persona de cada uno de los protagonistas, conoceremos a los 3 personajes principales, cómo se unieron sus vidas y cómo se desunieron. Pasaremos el duelo por Blanca con ellos, sufriremos, nos reiremos en algún momento y sonreiremos también.
Las descripciones de Abril son maravillosas, puedes sentir el frío que te cala a través de esas paredes de piedra mientras entras en calor con el fuego de la chimenea, puedes ver el paisaje inhóspito cubierto de una capa blanca al mirar por la ventana y puede sentir el corazón helado, casi parado de Elisa en pleno duelo por su hija.

Además, deciros que a lo largo del libro iremos descubriendo muchas cosas sorprendentes y será solo al final cuando todo cobre sentido.
Sin duda una lectura muy invernal pero que te deja cálido el corazón.

Ha sido mi primer contacto con la autora y decidí escucharla en audiolibro. Sé que Abril Camino escribe sobre todo romántica, pero el amor que se narra en este libro es un amor bien diferente... El amor de la familia que uno elige.

Escrita a dos voces, de un lado tenemos a Elisa, la madre de Blanca. Y de otro lado tenemos a David, el ex-marido de Blanca. Una historia narrada desde dos perspectivas distintas unidas por un vínculo común: Blanca, que no está, que se fue demasiado pronto, pero que marcó a los dos personajes para siempre.

Casi por azar, David y Elisa coinciden en la cabaña de la infancia de Elisa, en las montañas leonesas. Hace tiempo que no se hablan, pero por caprichos del destino, quedan aislados después de una tormenta de nieve. Tres días en los que habrán de romper su silencio y su aislamiento. Tres días en que habrán de reponerse del rencor y la pena que supuso la pérdida de Blanca. Tres días para reconciliarse (o no) con la familia que fueron hace ya algún tiempo...

Un libro entrañable que me ha hecho reflexionar. Un libro donde el valor de la palabra cobra todo su peso, siempre y cuando uno pueda hablar cuando se sienta preparado (de la misma forma que hay que estar preparado para escuchar).

Un homenaje al perdón y la reconciliación, a la superación de la pérdida y a los nuevos comienzos. Me ha encantado esta historia y, sin duda, volveré más pronto que tarde a la autora.

Este libro nos enamoró por su portada y después por sus personajes. La historia y el final hicieron posible que este libro vaya directo a uno de los puestos del top ten de este año que aún acabamos de empezar. 


Aquí nos encontramos con dos pesonajes: David y Elisa. Ambos han perdido a una persona muy importante en sus vidas, y cada uno de ellos lleva el proceso de duelo como buenamente puede. 


Es muy difícil hacer la reseña de este libro sin desvelaros nada, pero es justo lo que queremos hacer, porque es muy importante descubrir esta historia por uno mismo. 


La ambientación de la vida después de ella es de ensueño en un pueblo rodeado por la nieve donde se encuentran nuestros personajes y desvelan muchos secretos muy relevantes para la trama. 


Solo podemos animaros a que leáis esta maravilla de libro, si podeis al calor de una chimenea para poneros más en situación. Muchas gracias a la autora, Abril Camino, por acercarnos a esta historia. 

En esta historia hay caminos que necesitan despejarse, un clima helado -adentro y afuera-, sentimientos profundos, palabras que no se dijeron en su momento y ahora encuentran la posibilidad de liberarse.
Me encantan los diálogos.
Leerlos, escribirlos, vivirlos... y esta historia se cimienta en ellos.
Cada quién habla de sí mismo, habla con el otro y los dos hablan de ella.
Ella, que está presente porque la muerte real es el olvido… Pero qué falta nos hace a veces siempre abrazar a quienes ya no están entre nosotros.

La portada de este libro es preciosa e ideal para estas fechas.
Pero si la portada es preciosa, el contenido de este libro me parece Absolutamente! especial.
Sin decir mucho más, ya que lo bonito es ir descubriendo lo que nos depara este libro solo es que habla de amor, un amor incondicional y precioso.