No estaría muy errada si escribo que este libro es una historia de lectores y de lecturas. El Lector, protagonista del relato, es interpelado por el narrador (sí, está en segunda persona del singular) y vamos descubriendo sus manías lectoras. Pero (siempre hay un pero) empieza un libro que tiene errores de impresión. Cuando va a la librería para que se lo cambien encuentra a Ludmilla, la Lectora, y juntos conformarán un dúo de segunda y tercera personas, que se toparán con los problemas de esa edición y buscarán la continuación que les falta Pero (y dale con los peros) esa búsqueda los llevará por otras nueve novelas, y no llegarán a ningún final. O sí, cómo saberlo. ¿Por qué cuatro y no cinco estrellitas? Porque en esa búsqueda, hay momentos en los que se me perdió el hilo entre detalles que no sumaron mucho. Así y todo, es un excelente libro. Mucho más que muy recomendable. |