Es increíble cómo esta autora siempre consigue que sus novelas sean tan emotivas como divertidas. En esta nos encontramos con Oliver, cantante que está pasando su peor momento, y con Emily, madre soltera que es todo fortaleza. Me ha gustado mucho ver cómo se iba forjando poco a poco su relación, cómo se ayudaban en un momento clave para los dos. Tenemos varios secundarios increíbles, pero hay uno que para mí está por encima del resto: Reese, una niña que es imposible no adorar. Una historia llena de música y superación; yo la he disfrutado muchísimo.
|