Ha sido un libro que me ha encantado, me parece que está escrito bajo un punto de vista muy tierno, tanto como puede ser el punto de vista de un niño de 9 años... Esto nos da bastante que pensar y yo siempre he estado de acuerdo con la teoría de Locke de la tabula rasa. Para los que no sepan que es, el pensamiento de los niños se considera una tabula rasa, es decir, una tabla sobre la que no hay nada escrito. Los niños no juzgan, no son racistas, no piensan en la otra persona como alguien malo, son pura chispa y sentimiento. Los adultos somos los que imponemos nuestros ideales y valores sobre los niños, tenemos que tener muchísimo cuidado sobre lo que queremos inculcarles, ya que en un futuro serán adultos, y de nosotros depende su visión del mundo. 📚Volviendo al libro, tiene muchísimos detalles que te hacen partirte de risa pero de lo tierno que es ese pensamiento que os he comentado. Lo considero un libro que todo el mundo debería leer, es preciosa la relación entre Bruno y Shmuel, 0 prejuicios, 0 racismo... 🖤🖤De 10. Califico este libro con 5/5⭐ como no podía ser menos. |