El niño con el pijama de rayas

Para una sola lectura.

Novela corta, muy fácil de leer, de una sentada, con momentos que se te graban y con un final memorable.

Esta novela lo tiene todo, menos una cosa que también es importante y que hay que tener en cuenta: solo se puede leer una vez, o al menos a mí me ha pasado.

Soy lectora de releer lo que me gusta. Incluso si los libros tienen partes algo pesadas. Si me han gustado los vuelvo a releer algo más tarde para rememorar sensaciones. Lo he hecho y lo haré.

Con esta novela, a pesar de que es corta y sé que se lee de una sentada, me ha resultado imposible. Y que conste que lo he intentado más de una vez.

Conclusión: es inútil insistir en algo que, una vez ya conocido, ya no tiene ni la misma fuerza ni la misma emoción. Con esta novela pasa eso. Y lo que es peor, es que en la segunda lectura la prosa me parece hasta sosa y sin espíritu.

¿Conviene conocer esta obra?: sí. Pero solamente para ser leída una vez.

Para quienes no la hayáis leído y no habéis visto la película que se hizo sobre ella, leedla sin saber nada más que el título. de hecho, todos los libros deberían leerse así, solo con la referencia del título, porque a veces las sinopsis en lugar de hacer las historias atractivas es justo al revés. Y al contrario, sinopsis que prometen mucho y luego las historias se quedan en nada.

Supongo que muchos no estaréis de acuerdo con mi opinión, pero yo aquí no estoy diciendo que la novela no sea interesante, sino que solo se puede leer una vez.
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