Llevaba un tiempo diciéndome, cada vez que me levantaba de la cama, que estaba bien, sonriendo y mostrando la parte fuerte de mí que todo el mundo esperaba ver. Toda la gente de mi entorno daba por hecho que era dura como una roca, que nunca me iba a caer, y sin embargo, estaba llegando al límite de mis fuerzas.
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