Las casualidades son descuidos del destino, William. Son las migas que nos ayudan a seguir el rastro para entender que todo tiene sus porqués.
|
Las casualidades son descuidos del destino, William. Son las migas que nos ayudan a seguir el rastro para entender que todo tiene sus porqués.
|
Como la pintura, la escultura o la música, la confección de la ropa es otro tipo de arte.
|
De las infinitas posibilidades que nos da la vida, tenemos que elegir una sola, y no es siempre la más sencilla. Yo, simplemente, he escogido la más auténtica.
|
Los halagos son una droga antigua por la que muchos han acabado cometiendo, tarde o temprano, una locura.
|
La puerta del lugar al que pertenecemos siempre está abierta para volver.
|
El problema de vivir en el pasado es que siempre se llega tarde al futuro.
|
—Adivina qué hacía mi padre para que no me diera cuenta de todo lo malo que sucedía fuera. —¿Leer? —Efectivamente. ¿Terminamos la historia? |
Nunca hables con nadie que tenga el aura del color del aloque. Y si no la ves, nunca hables con nadie que esconda las manos en los bolsillos.
|
—No me cabe ninguna duda, señor Scaramuzzelli, ya conoce el dicho. Cuanto más caro se paga un servicio, más caro se paga el error.
|
Los libros son las coordenadas de los que se pierden.
|
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?