Se lee rápido y es entretenida, sin embargo no alcanzó las expectativas de su etiqueta como una de las obras maestras del terror. Esto puede ser debido al conocimiento de la historia previo a la lectura. El único momento en el que se siente algo de terror es cuando la poseída se mueve como una araña y le lame los tobillos a la institutriz. Resulta que es una novelización de un caso real, más mundano, de un chico que fingió una posesión. |