Anna desde el infierno

Al principio se nota la apatía de Casio; se siente perdido. No tiene ganas de cazar ningún fantasma ni tampoco está cómodo con una vida normal como cualquier otro chico. Llora la pérdida de Anna y los problemas empiezan cuando Cas tiene alucinaciones con ella, incluso su cuchillo mágico, el áthame, siente su presencia. Está claro que le está pidiendo ayuda y no duda en socorrerla, aunque para ello tenga que atravesar el mismísimo infierno.

Las cosas cambian. La camaradería que compartía el trío protagonista desaparece y deja paso a la tensión. Carmel nunca me gustó, va de prepotente por la vida y siempre pensé que sobraba en la historia, aún así logré hacerla a un lado y no fijarme en ella, pero en este libro se está ganando un buen bofetón por plasta, quejica y mala amiga. En cambio, Cas y Thomas son igual de encantadores, y siguen utilizando el humor y la ironía como armas.

Tuve problemas para centrarme en este libro, cada vez que lo abría me invadía una sensación rara, como si un sexto sentido me advirtiera que no me iba a gustar tanto como su predecesor, y en parte así ha sido... El ritmo tiene altibajos: muchos párrafos lentos salpicados de escenas de acción trepidantes; el lector se siente en una montaña rusa emocional.

Creo que la autora al terminar Anna vestida de sangre no tenía muy claro cómo continuar y por esa razón decidió sacar a Anna del libro, cargándose por completo su esencia. Recurrir a tópicos tan insulsos como sectas ocultas sólo ha conseguido decepcionarme... Sin embargo, y aunque las pruebas de iniciación son otro tópico, la que sucede en El bosque de los Suicidas es escalofriante, angustiosa y letal, ¡a partir de ahí no pude parar de leer! El libro cobra fuerza, empieza a enganchar y a succionar al lector. Se hace de rogar, pero la trama no está perdida del todo y logra recuperarse.

¡La recta final es la leche! Aquí sí que hay una pelea de verdad, con sangre, furia y determinación. Un desenlace espectacular que me dejó bastante triste, llamadme romántica pero durante todo el libro tenía la esperanza de que las cosas se arreglaran milagrosamente y que Anna pudiera regresar de entre los muertos para estar con Cas. La otra opción era que él muriera y no estaba cómoda con esa idea... Pero la alternativa que ha utilizado la autora está muy bien, es lo adecuado para este libro. Un final con broche de oro.

En resumen, como continuación no ha estado a la altura de su predecesor, que me pareció un libro muy original y me tuvo enganchada días después de haberlo terminado, pero en su defensa diré que Anna desde el infierno es un libro entretenido que he leído con cariño y cierta nostalgia, que logra resurgir de sus cenizas y deja al lector con un agradable sabor de boca.

Saludos ;)