Amor y otras palabras

Usar la palabra difícil era como describir una montaña como un bulto, como decir que el océano era un charco.

Pone una mueca amable y me observa del modo en que siempre lo ha hecho como si pudiera leerme la mente en una fracción de segundo.
Quizás sea capaz de hacerlo.
-¿palabra favorita?-susurra
Ni siquiera vacilo.

-Tú

Llevo once años esperando que volvieras a casa. Iré contigo allá donde vayas.

¿Qué voy a hacer contigo?
No sé como responderle, así que simplemente nuevo los labios y, sin emitir sonido alguno, le respondo "sí"

Sí, soy tuya.
Sí, estoy lista.
Sí, te quiero.

Un océano de información nos separa, y hay infinitos lugares por los que empezar a navegarlo.

Los brazos de mi padre se convertían en un paréntesis que contenía su frase de amor particular