A consecuencia de una travesura de sus perros la reina Isabel se convierte en una asidua lectora descubriendo un mundo hasta entonces desconocido para ella. El hábito adquirido por la reina trae diversas consecuencias tanto en palacio como fuera de sus muros, algunas bastante disparatadas. Un libro tierno, lleno de un humor fino e inteligente, que a la vez nos habla del poder transformador de la lectura |