El nudo Windsor

“Quisiera dar las gracias, sobre todo, a la reina Isabel II, por haber sido una fuente de inspiración, tanto literaria como de otra clase”
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Esta frase que he puesto es la primera del primer párrafo de los agradecimientos del libro. No existen en mi vocabulario palabras suficientes para comentarla sin ser repetitiva.

Creo que ya sabéis por dónde va a ir mi opinión… pero allá vamos.

Que tengo un problema con la monarquía británica a estas alturas ya es algo notorio. Pero que lo tenga también en un cozy crime… ya me parece demasiado.

Este es mi primer contacto con el cozy crime y aunque, algo amargo, seguramente continúe adentrándome en el género (aunque dudo que con esta serie, la verdad). Dicho esto, os cuento un poco.

Resulta que aparece un pianista muerto en el castillo de Windsor, y aunque en la investigación está metido Scotland Yard, el MI5, el MI6, y a saber quién más, Isabel II (que es la más lista de todas) se pone a “investigar”. Sí, “investigar” porque en realidad no hace nada más que estar sentada tomando el té y esperando a que los “machaquillas” vengan a contarle y ella montarse su película.

Bueno, hasta aquí, mñeh, pasable. ¿Cuál es para mí el principal problema? Pues el de siempre. El querer dejar a la monarquía británica como lo mejor de este mundo. Un conjunto de pasajes “lamiculistas” que intentan ensalzar la figura de la monarca, dejando claro que ella es la más empática, la más inteligente, la más amable, la más considerada, la más educada, la más todo lo bueno. Y a mí es que esto me enerva.

Imaginaos lo caótica que fue la narración (había que meter mucho pasaje “lamiculista” y patriota) que, leyéndolo en lectura conjunta, no nos enteramos de media. Desde no saber muy bien qué pintaban de repente determinados personajes que aparecían espontáneamente para no sabemos muy bien qué, hasta no saber quiénes eran los muertos, qué tenían que ver, y no terminar de entender el móvil del crimen. Yo, al final, terminé leyendo por inercia.

Espero que sea mi última lectura sobre la monarquía británica.