Escrito en primera persona en forma de diario, con una prosa magnífica y pocos personajes importantes pero muy bien definidos, Martín (que se jubila con 50 años, ya quisieran muchos) me ha hecho recordar lo que es sentir mariposas en el estómago (algo hace tiempo olvidado). Me ha impresionado su fuerza para ambientar toda la trama sin necesidad de diálogos, de hacer sentir ese olor en el armario. La verdad es que es un libro muy recomendable. |