Un cuento perfecto

Margot viene de una familia superficial y clasista, siendo ella la que menos ha destacado de todos en cualquier ámbito. Aunque odie esa vida, tiene algo en su interior que le hace estar pendiente de lo que opina la gente y de ser siempre perfecta. Defecto de fábrica, o algo así.

David, por su parte, es un chico de barrio pequeño, sin mucho dinero ni tampoco aspiraciones. No se conforma con su vida (sus tres trabajos y su sofá por cama), pero tampoco tiene intención de cambiarla. al menos no lo hece hasta que su novia le deja y una chica con los ojos igual de tristes que los suyos le da algún que otro consejo.

Tenía que leer un libro con el cliché pobre-rico para un reto literario en el que participo, pero cuando cogí este no sabía que me lo iba a encontrar. Me ha sorprendido gratamente que la relación entre los personajes no se base en el dinero ni el la diferencia de clases (aunque se trata el tema, claro). Hubiera sido demasiado tópico.

Estamos ante un friends to lovers muy bonito. Aunque también podríamos hablar de "persona correcta, momento equivocado". Entre ellos todo sale natural, sin fingir ni forzar nada. Son simplemente Margot y David, libres, ellos.

En las primeras reseñas que hice de la autora, allá por 2016, decía que escribía de una forma natural, casual, sin florituras. No sé si en estos años ha cambiado ella o he cambiado yo, pero me he encontrado una narración demasiado poética y con muchas reflexiones. Ya he dicho en alguna ocasión que me cuesta pillarle el punto a este estilo y no me gusta la sensación que me deja ni cómo me hace sentir conmigo misma.

Me he identificado con David. al contrario que a los hombres de los libros de fantasía, a los de la vida real siempre les pongo pegas. Y David las tiene, sí, pero le he entendido (casi siempre) y he empatizado mucho con él. Me ha caído bien.

Soy una mujer romántica y sensible, pero a pesar de eso, es raro que llore con los libros Este final casi lo consigue.

¡Tengo mil ganas de ver la adaptación de #Netflix!