Un cuento perfecto

Un cuento perfecto

Poco os puedo contar…, solo que Margot es una mujer que lo tiene todo: dinero, trabajo, posición y un futuro marido que la adora… Por el contrario, David parece que no tiene nada: vive de prestado, tiene tres trabajos que no le rentan y una novia por encima de sus posibilidades.

¿Dónde está el cuento? Esta novela romántica, como muchos (demasiados) toques de humor se inicia con la perspectiva de Margot. Su vida es perfecta, su relación es perfecta y lo único que no lo es, es su madre (aunque le sirve como frente común con sus hermanas contra el que pelear, así que «no hay mal que por bien no venga»). Sin embargo, todo se tuerce cuando Margot sufre un ataque de ansiedad en un momento clave, parece que al fin y al cabo lo perfecto no es sinónimo de felicidad...

En este momento aparece en escena David, del cual también tendremos su perspectiva en la narración. Su vida es todo un desastre y no tiene ninguna proyección de futuro. Con esto creo que poco más tengo que decir, sabiendo cómo fluyen las románticas..., ¿o no?

Lo que está claro es que nos encontramos ante una novela romántica, narrada a dos voces, cuyos personajes se relacionarán, ergo lo que tenemos es la historia de ¿amor?, y encuentro de sí mismos de Margot y David.

Qué difícil es ser pija

A esas dos voces, también encontramos contrapuestos dos mundos o realidades, la de Margot a la que nada le falta y la de David al que nada le sobra. No obstante, frente a otros tópicos, nos será el mundo de David el que más se desarrolle (la pija bajando a los suburbios), sino que será David quien cate las mieles del dinero. Y es cierto que esto es novedosos, pero como podréis imaginar el punto cómico reside en este conflicto: Margot se sorprende de cosas tan mundanas como comer un perrito caliente y David no para de pensar en que necesita pagar la cuenta para validarse.

En este sentido, reconozco que, aunque el tópico está muy usado, me ha gustado: la autora sabe equilibrar bien esas diferencias con el hecho de ambos se estén descubriendo a sí mismos y el uno al otro; y con él la cuestiones como la apariencia, el saber estar o qué se espera de nosotros hacen que la novela no se centre solo en la atracción. Además, el hecho de que sea el mundo de Margot el que nos acoge hace que, a nivel de ambientación, encontremos unas descripciones maravillosas y casi de película.

Ahora bien, los personajes, para mí, han sido un poco desesperantes. Y no tanto Margot, que más o menos estaba bien dibujada y no tendía a los extremos, sino David y las hermanas de Margot. Empezando por estas últimas, al principio de la novela nos ofrecen perfiles típicos (la hippy que renuncia a su legado y la perfecta que está integradísima), sin embargo, a medida que la obra va avanzando se vuelven más pesadas y sus acciones dejan de tener razón. La liberada no deja ni respirar a Margot (en escenas que son denigrantes, como que tu hermana te obligue a que le des tu móvil) y la más atada comienza a desquiciarse sin ton ni son.

Caso aparte es David. Quizá, para mí, el mejor personaje de toda la novela, aunque la autora lo ha dibujado con cambios bruscos de opinión, que de verdad hay momentos en los que no se pueden explicar. Es un chico joven que va a tener muy claro que para disfrutar de la vida hay que vivir, pero esto no implica exponerse a situaciones límite. Sin embargo, el lado canalla le puede, la necesidad de tener todo el rato a la chica bajo su yugo le gana, así que realmente, la pretendida venta de la historia de amistad entre ambos, no cuela.

Elige tu propia aventura, yuju

No cuela porque durante toda la obra ambos personajes se hablan en términos bastante salidos de tono para pretender dibujar esa amistad.

Esta es una de las cosas que definen el estilo de la autora: el uso de lenguaje vulgar y malsonante como seña de una búsqueda de realismo. En la primera obra que leí de ella, este estilo me gustó porque me parecía que conseguía el objetivo, sin embargo, en esta ha habido momentos que venía tan poco a cuento lo que se decían y que las descripciones de las escenas de sexo eran tan bastas, que me incomodaba la lectura.

*Pequeño inciso*

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No obstante, vale, entras en el juego disfrutas de las burradas, las bromas y las salidas de tono y en cierta forma te diviertes con la lectura, porque el mamarracheo también nos gusta. Ahora bien… llegamos al final… y no, no voy a contar el final porque sería spoiler, pero sí reconozco que no me ha gustado.

La autora ha tenido la oportunidad de ser valiente y dar un paso al frente con su novela, pero ¿se ha vendido al público?, no lo creo. En mi opinión, creo que no se ha atrevido porque no sabía qué era mejor, así que nos ha dejado a nosotros la responsabilidad… Y eso… que aquí lo dejo.

Voces de un futuro incierto

La verdad es que, desde que leí el anterior libro de la autora, ya escuché voces discordantes sobre sus obras. Por ello, no me atrevía a embarcarme en la lectura de ningún libro nuevo de ella y fue gracias al club por lo que me lancé a este. ¿Cómo ha sido la experiencia? Pues no voy a ser falsa, me he reído con la novela y por momentos la he disfrutado, sin embargo, reconozco que una vez leída entera y pasado el tiempo, no me anima a seguir leyendo a la autora.

Las razones son varias, el estilo no me gusta, me parece muy artificial y efectista (a ver… llevo tres líneas sin poner un taco o una guarrada) y eso me cansa. Por otro lado, los personajes son muy interesantes, pero los masculinos tienden a tópicos, los femeninos están bien, por su parte. Finalmente, el final… no digo nada, pero no me ha gustado y menos la explicación.

Lo recomiendo, pues sí, porque creo que aquellos que disfruten de esa narración canalla y subida de tono tienen una novela perfecta aquí. En mi caso, no ha cuajado, pero eso no significa que la obra no esté bien hecha.


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