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Un libro entretenido, que llena el tiempo pero no deja de sí al terminarlo. Tiene un par de conceptos y frases interesantes que se diluyen en un mar de repetitividad, fórmula básica de Benavent y vueltas innecesarias para llenar páginas. Los personajes de Benavent suelen estar alrededor de los 30 años, las mujeres entre 28 y 29 (que horror, soltera a los 30, mejor la gran historia de amor justo antes de que la carroza se convierta en calabaza) y los hombres prolijamente un par de años mayores (no vaya a ser que justo alguno sea menor, por favor, que indecoroso). Además el interés romántico de la protagonista es único, hermoso, sabe hacer muchas cosas bien y en el sexo deslumbra a la protagonista desde el primer minuto, como si le adivinara el pensamiento. Lo sé, estoy siendo miserable con un libro que se supone que tiene que ser fantasía, pero si va a lanzar pequeñas patadas al heteropatriarcado, mejor que no mantenga estereotipos de hombres maravillosos que lo único que hacen mal es asustarse cuando la relación se pone intensa. Los personajes masculinos oscilan entre este miedo a sentir y un maremoto de emociones más típico de los 90 y principios del 2000 que de esta era.Mi otro tema con la edad es que esta gente de 30 se comporta como de 20, al menos en este libro en particular. Son un grupo de muy buenos amigos (bueno, desde hace 4 años, pero se supone que hay confianza) conformado en gran parte por sus exparejas (con quien no tienen el vínculo resuelto) y una bolsa de ocultamientos entre todos... ¿qué podrá salir mal de todo esto? En novelas anteriores me he quejado que los personajes de 30 se comportaban y tenían aspiraciones como gente de más de 40, al mejor estilo "Sex and the city" (sí, me encanta la serie, pero con 35 años no podía sentirme identificada por Carry Bradshaw que vivía como una mujer diez años mayor).Por último, la música. Me parece maravilloso que algunos puntos de una novela se anclen a canciones icónicas de la era, le dan ambiente, nos transportan a ese momento. Aquí peco yo de desconocimiento ya que no he integrado nueva música desde 2005, pero conozco los grandes hits de cada año y Benavent no menciona esos. Entiendo que la música que elige es la que mueve su espíritu en el momento de escribir y eso es lo que quiere transmitir, pero si los grupos mencionados abarcan un paréntesis limitado de territorio y edad, termina siendo una carga cada mención de canciones que hace. Cómo pasó en muchas novelas con la ropa y las marcas, que forman una gran porción del relato y no aportan a la historia. No siempre podemos parar la lectura para ir a conocer la canción mencionada. El libro esta terminado aproximadamente a la mitad, cuando el lector ya dedujo todo lo que ocurre y solo queda develarlo para poder continuar con otro libro. La segunda mitad son unos cuantos capítulos de sexo descriptivo (En la saga Mi elección fluye en la trama y es interesante, aquí fue innecesario), mucho debate interno y mucho dramón que no va a llevar a nada. Podía resumirse antes y ser ágil que lo hacía más entretenido como la primer mitad.
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