Fuimos canciones

Ya os lo he dicho mil veces, pero Benavent es mi escritora favorita y me he leído todos sus libros, por lo que después de que Mi isla no fuese lo que me esperaba y que la Bilogía Sofía me decepcionase, esperaba que estos libros tuviesen de nuevo la magia de la autora, y así ha sido, al menos con el primero (cuando termine de escribir esta reseña le saltaré a la yugular al segundo).

Macarena y Leo rompieron hace tres años y acabaron fatal... Y cuando digo fatal, es FATAL. Desde entonces no se han visto, pero un día cualquiera Macarena se lo cruza en Madrid y sus vidas se trastocan... Un poquito.

Con una trama tan simple yo me esperaba cosas muy intensas y mucho salseo, porque sí, los tira y afloja son muy interesantes siempre que no se abuse de ellos, y creedme que Leo y Maca ganarían una medalla olímpica si fuese un deporte. Lo que me he encontrado ha sido un libro un tanto introductorio porque creo que en este los protagonistas se han quitado de encima la toxicidad que arrastraban de su antigua relación, pero estoy segura de que en el próximo empezará todo de verdad.

Sinceramente y no sé por qué, me esperaba unos personajes más suaves que los que me he encontrado, personajes algo dolidos por una relación tan intensa pero que terminó tan mal... Y sí, ambos están dolidos, pero también cabreados. Hablando de cabrones... Leo. Hola, Leo, ¿por qué eres tan odioso y a la vez tan genial? No os esperéis un chico malo porque es un treintañero y ya no estamos pa' tonterías a esa edad, pero sí tiene un puntillo borde que no me esperaba. Macarena es un personaje muy divertido pero con mucho carácter. En conjunto son un cóctel un tanto gracioso... y explosivo. Me he reído mucho con este libro y es raro que lo haga leyendo.

Y, como es típico en los libros de Benavent, tenemos personajes secundarios con trama propia. Por un parte está Jimena, una chica un tanto oscura y excéntrica pero llena de vida que cree en la reencarnación y que sigue suspirando por Santi, su primer amor, el cual murió muchos años atrás. Por otra parte tenemos a Adriana, una mujer que está cansada de tener "el apetito sexual de un pomelo" y quiere probar cosas... nuevas, con su marido. Ay, pobre Julián. Por cierto, Samuel me ha gustado mucho y creo aporta un tema muy interesante.

Quizá me ha faltado un poco más de interacción entre los protagonistas en la primera mitad de libro, pero luego se ha arreglado, y es un libro que se lee muy bien al tener mucho diálogo y ser adictivo, a pesar de lo gordo que es. Ah, por cierto, he llorado. No me imaginéis sollozando, que nos conocemos, pero sí que se me escapó la lagrimilla, es el efecto Benavent en mí. Es duro porque hace que te metas en la piel de los protagonistas y sufras como ellos, les pidas por favor que dejen de hacerse daño el uno al otro y que hagan las cosas bien. Estos libros te enseñan lo que es vivir, lo que es el amor y lo que es sentir, sus partes buenas y sus partes malas.

En definitiva, me alegra haber podido comprobar que Benavent ha vuelto a ser nuestra Beta Coqueta por fin después de un par de libros reguleros, sigue haciéndome sentir tanto como en los primeros. Es un libro un poco introductorio pero que creo que va a preceder a una segunda parte todavía mejor y más intensa. Os lo recomiendo porque os hará sentir y no os dejará despegaros de sus páginas.
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