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Me ha gustado leerla, me ha entretenido pero sin volverme loca. Vamos, que hay otras novelas de la autora que me han gustado más. Pero sí me ha encantado cómo ha trazado a los dos protagonistas. He disfrutado mucho de todas las versiones de Catalina, me ha parecido un personaje muy divertido e interesante, con muchos matices y unas ganas de vivir muy bonitas. El personaje de Mikel también me ha gustado mucho, es único, diferente, con una personalidad marcada y un buen desarrollo a lo largo de la trama. Es cierto que en la novela aparecen otros muchos personajes pero son muy secundarios, apenas conocemos unos pocos rasgos de cada uno y algún detalle de su vida. Son personajes que también están bien definidos pero su función es la de acompañar la historia principal. La historia viene envuelta dentro del mundo del arte, que reconozco que no es lo mío en el sentido de que no entiendo su lenguaje, pero es algo que acompaña la novela sin atosigarla, cualquiera puede disfrutar de ella aunque haya algún párrafo suelto que no entienda del todo, es lo mínimo. Seguro que a los fans de la autora les ha encantado la novela, que sé que son muchos. Yo lo he pasado bien leyéndola, pero me costó entrar en ella, a ratos me atrapaba un poco y en otros ratos me caía de la historia. Lo dicho al principio, para mí hay otros mejores de la autora. |
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