Cómo escribí nuestra historia

Cuando alguien escoge un libro tiene que saber qué esperar de él (estoy segura que me repito con esto). No puedes coger un libro de ciencia ficción y esperar poesía. Y si escoges un libro de Elisabeth Benavent, esperas divertirte y sobre todo que te entretenga. Misión más que cumplida. No esperaba sin embargo algo tan intenso e introspectivo.

No me había gustado especialmente el anterior libro de la autora previo a “Los abrazos lentos”. Un libro de relatos que para mí ha sido un sorpresón literario. Escogí esta novedad porque buscaba algo ligero, fácil de leer y sobre todo entretenido. Lo encontré en este libro, y pude descubrir mucho más.

Un libro en el que la autora arriesga y se reinventa frente a la sociedad que cada vez nos demanda más y más. Un libro que decide cerrar puertas y abrir ventanas. Una historia sobre cómo aprender a decir NO. Un libro que maneja la ansiedad como una compañera absurda pero constante de la autora.

Esta no es la novela romántica que todos esperaban de Elizabeth Benavent, pero sí es SU novela. Es la que ella ha querido escribir en este momento con la valentía de no pensar en el qué dirán.

Creo que es maravilloso que una autora de ese nivel decida matar a su personaje principal y enfrentarse a la página en blanco. Dar un giro a todo el guión de su carrera y ponerse frente a un precipicio distinto. Ese cambio ya se había notado en su libro de relatos. En este libro se pone en primera persona, o quizás no, frente a toda una serie de verdades “a medias” donde no puedes distinguir qué es ficción y qué es realidad. En mi opinión, ha hecho una brillante elección de la trama.

Y si algo no es discutible también según mi criterio es que Elisabeth tiene una inteligencia superior para la creación de personajes y para la construcción del lenguaje.

Una novela muy recomendable para quererse bien.