Ultimo emperador, el

El 2 de diciembre de 1908 un niño, que aún no entendía ni quien era, ni lo que hacían con él fue nombrado Emperador de China. Nadie de los que estuvieron presentes ese día imaginaron que él sería el último de todos los emperadores y él no sabía lo que sería su vida. Esta es la historia de Puyi, último emperador de la dinastía Qing.

El libro cuenta la historia de alguien que nunca tomó una decisión propia sobre su vida y que siempre estuvo al servicio de los placeres de una deteriorada monarquía china. al principio uno creería que ser nombrado emperador de su país debería ser un símbolo de alegría para alguien que sea de sangre real, pero es algo que no es tan interesante cuando una decisión del tipo es tomada sobre la vida de un pequeño de 3 años, es separado de su familia y es llevado a la Ciudad Prohibida donde tiene que llevar una vida ahora como si fuera un dios encarnado; algo para lo que no está preparado —creería yo— nadie.

Una historia que dista mucho de ser una epopeya épica llena de conquistas, guerras ganadas y muchas glorias; y que en cambio nos muestra como un hombre común y corriente es usado como un simple títere por la envejecida monarquía y aristocracia de su país con el único motivo de conservar el poder y postergar los dominios de una envejecida clase dominante que distaba mucho de ser la que había gobernado sobre el país oriental en los anteriores siglos. Una sociedad cada vez más consumida por la necesidad de aparentar, por querer conservar la opulencia con la que se mostraban y llena de corruptos en todas las escalas que lo único que hacían era llenar sus bolsillos mientras el país entraba en una crisis inevitable.

Para contar la historia de Puyi, desde sus inicios, su época como emperador, su exilio, su nuevo papel como emperador del estado fallido de Manchukuo, su estadía en prisión y sus últimos días como un ciudadano del común de la China comunista de los años 60's; Edward Behr se vale del recuento que pudieron hacer en vida los parientes que le sobrevivieron al emperador, los sirvientes de palacio durante su reinado y de las personas con las que más tuvo contacto en sus últimos años.

De manera cronológica, con una antesala que introduce de la mejor manera el contexto chino de finales del siglo XIX y principios del XX y que complementa muy bien los relatos recopilados con otros libros que exploran el acontecimiento desde diferentes puntos de vista, el libro intenta dar una imagen lo más neutral posible de este acontecimiento histórico; algo que, por lo que se logra entrever de los textos que son citados, no ha sido el fuerte de los mismos y que intentaban mostrar a Puyi o como un mártir o como la causa de todos los males de China en el siglo XX.

Un libro que si bien cuenta una historia muy lejana en el tiempo; no deja de ser interesante y de mostrar hitos de la historia conocidos por todos desde otros puntos de vista que ayudan a comprender mejor los acontecimientos que moldearon el siglo pasado y que golpearon a un gran número de estados de todo el globo. Un libro que habla de la avaricia de poder y de lo que son capaces de hacer los humanos a costa de tenerlo, sea por "derecho legítimo" o por cualquier medio del que dispongan a su alcance para hacerlo.

El libro es un conjunto junto con la película que lleva el mismo nombre del director italiano Bernardo Bertolucci (1987), el primer largometraje que tuvo ingreso a la ciudad prohibida en la historia, ganadora de 9 Óscar's y que recaudó casi 44 millones de dólares en taquilla. Ninguno está basado en el otro, son simplemente el producto de un trabajo investigativo en conjunto que llevaron a contar la historia en dos formatos muy diferentes, pero igualmente interesantes.