Este mes de enero estás de suerte, amigo lector. La biblioteca de Carfax nos trae el quinto volumen de su colección Deméter. Traducción de Antonio Rivas y prólogo Rubén Sánchez Trigos. Rústica con solapas de ciento veintiocho páginas, Ilustración de cubierta: Sequeiros. En "El hombre sin nombre" de Laird Barron, los lectores se sumergen en un mundo que fusiona los callejones oscuros del crimen de los gánsteres japoneses con el enigmático abismo del horror cósmico. La narrativa sigue a Nanashi, un matón del Clan Heron de la Yakuza, cuya vida ha sido moldeada por la violencia y la lealtad a su pandilla. Su última misión: secuestrar a Muzaki, un legendario luchador retirado, que ahora pertenece a la banda rival del Dragón. Barron, es conocido por su capacidad para entrelazar elementos lovecraftianos en su narración. La novela es en parte un thriller policial y en parte un horror cósmico, pero el énfasis se inclina fuertemente hacia el primero hasta que se revela la verdadera naturaleza de Muzaki. Esta revelación lleva la historia a un reino inquietante, donde los horrores no son sólo físicos sino también existenciales. Hallaremos una prosa rica en vívidos símiles y metáforas, el estilo de escritura es atractivo y lírico, haciendo que incluso las escenas más espantosas sean artísticamente bellas de leer. La novela también incorpora un humor negro que, aunque escalofriante, añade una capa única a la narrativa. Uno de los aspectos más convincentes de la novela es su capacidad para mantener a los lectores al borde de sus asientos. La historia da numerosos giros inesperados, lo que lleva a momentos de violencia extrema y secuencias de sueños surrealistas. Esta imprevisibilidad, junto con el viaje del protagonista a través del tiempo y el espacio, crea una experiencia desorientadora pero fascinante. La experiencia de Barron en el terror lovecraftiano es evidente, pero "El hombre sin nombre" se desvía ligeramente de los motivos típicos asociados con este género. Los elementos de terror cósmico son más tenues y están entretejidos en la narrativa con sutileza y delicadeza. Este enfoque permite que la historia mantenga su base en el género negro y al mismo tiempo ofrezca los momentos asombrosos. Es verdad que su brevedad me dejó con ganas de más, sintiendo que la historia y sus personajes no tuvieron suficiente espacio para desarrollarse o respirar por completo. Esto es particularmente evidente en la interpretación de Nanashi, cuya compleja historia de fondo y su dilema actual podrían haberse explorado más profundamente. Estamos ante una apasionante mezcla de novela negra y horror cósmico. El autor demuestra una vez más su maestría en la creación de una historia cautivadora de extraños sueños, un pasado terrible, una mujer hermosa que baila desnuda, sangre, disparos muchos disparos, hacha, laberintos, almas condenadas, maldiciones... Una pasada de novela corta, una lectura obligada para los fanáticos de los thrillers que cambian el género. Palabra de reseñadora. + Leer más |