Finaliza la trilogía por todo lo alto. Se resuelven las incógnitas que se dejaban en el final abierto de la segunda parte. Si hay algo que caracteriza La sexta trampa es la abundancia de giros inesperados, lo que hace imprevisible y dinámica la lectura. Lo único que no me ha gustado es que hay ocasiones en las que siento que Barker ha forzado mucho estos giros para que encajasen en la trama -demasiado intrincada-. El ritmo es muy bueno, igual que en las otras entregas. El final, memorable. En resumen, es una serie que merece mucho la pena y que entretiene.
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