Este tercer y último libro de la trilogía no puedes dejarlo para más adelante, debes empezar a leerlo justo después de terminar el segundo, pues es un suma y sigue del anterior. Si los dos anteriores te han creado adicción y no podías dejar de leer, este te crea además una angustia y una urgente necesidad de leer y leer sin parar ni para comer o beber, por miedo a perderte algo importante por una pequeña distracción de la lectura. La novela está llena de giros inesperados, nada es lo que parece o parecía, la cosa se va complicando y tienes que estar muy atento y concentrado para no perderte nada. Una lectura delirante que colmará todas tus expectativas y te llevará a un final donde todo queda atado y tiene su razón de ser. Una trilogía espectacular que debe leer todo aficionado y seguidor del género de suspense. Si no la has leído aún, ya estás perdiendo tiempo... |