La segunda parte me gustó pero pensé que no estaba a la altura de la primera, pero, esta última, no es que este a la altura, es que es un increíble colofón de la historia. El autor ha sabido hacernos dudar hasta el final sobre el qué y el porqué. Creo que la construcción del personaje de Anson Bishop es, sin duda, una obra maestra. Ha sabido hacernos amarlo y odiarlo al mismo tiempo y lo mismo con Porter. A pesar de que se veía venir quién era la persona que ayudaba a Bishop, el resto del argumento, para mi, ha sido una montaña rusa, no sabía por dónde iba a salir. Ha sido un viaje increíble por una mente retorcida y sin duda seguiré leyendo al autor. |