La quinta víctima

Esta segunda parte no es tan adictiva como la primera y creo que es mejor no compararlas demasiado, si lo haces te parecerá que el nivel de intriga baja cuando no es del todo cierto.
Los federales se han apoderado del caso del Cuarto Mono, pero Sam no está convencido de que vayan a hacer un buen trabajo, dentro de lo que cabe, ellos no han estado trabajando con él durante un tiempo, no lo conocen como lo llegó a conocer Sam y su equipo.
Así que después de ser suspendido de empleo y con una nueva comunicación por parte de Bishop decide lanzarse a la aventura arriesgándolo todo. Eso lo lleva a Nueva Orleans.
Por otra parte, Sam y su equipo investigan la aparición de adolescentes muertas con un patrón completamente distinto que el de CM. No pueden contar con Sam, pero entre Claire, Brian y Klowz encontrarán que une a todas esas víctimas.
Y en un segundo plano constante, estarán los del FBI removiéndolo todo. Continuando un hilo que Sam dejó antes de irse. Hasta que todo confluye y nos deja todo lleno de nuevas incógnitas y problemas para el tercer y último libro de la trilogía.

Como dije al principio, el libro no es tan adictivo y absorbente como el primero, pero está muy bien y es muy entretenido. Nos muestra otra parte de Bishop, nos hace pensar y ver que no todo era lo que creímos en un principio y que aun nos quedan muchas cosas que descubrir.
Para mi punto de vista, lo que menos me gustó es la facilidad con la que Sam se cree todo lo que sucede a su alrededor sin dudar de nada, teniendo en cuenta que es Bishop quien lo mueve todo.
Tampoco me convence que se abran tantas lineas de investigación y no cooperen las partes cuando ven que es más que necesario.
Es un libro más tranquilo y de evolución, por lo que ya sabes que todo lo interesante queda para el último.