Seda

"De vez en cuando, en días de viento, bajaba hasta el lago y lo miraba durante horas. Allí tenía la idea de que veía, esbozado en la superficie del agua, lo inexplicable y espectáculo luminoso que había sido su vida".

La seda teje un suave capullo de sensualidad subrepticia. Esta pequeña novela fluye mágicamente con imágenes bellamente poéticas entretejidas en una impresionante historia de amor que te seduce desde el principio.

Es el año 1861 y el floreciente comercio de la seda en Europa se ha topado con un muro, la enfermedad se ha extendido en los huevos de los gusanos de seda por todo el continente y continúa llegando hasta el Medio Oriente y más allá. Japón no se ve afectado por la epidemia de gusanos de seda y se rumorea que posee la seda más fina disponible.

Hervé Joncour es comprador y vendedor de huevos de gusanos de seda para las fábricas de seda de Francia. Sus viajes lo llevaron anteriormente a Egipto y otros puertos africanos. Con la epidemia de gusanos de seda, se ve obligado a recorrer una ruta muy peligrosa e inexplorada a través de la mitad del mundo conocido hasta llegar a Japón. Los viajes llevan meses y los puertos japoneses son hostiles y están cerrados a los extranjeros. Se las arregla para entrar de contrabando y hace las conexiones correctas. Pero hay mucho en juego, porque si lo descubren sacando huevos de gusanos de seda de Japón, la muerte será rápida. El amor no correspondido allana el complejo y tempestuoso final de la novela; un final que requerirá examen.

Erótica, sensual y poética; ¡un cuento fascinante!