Es una historia bella. Releerla después de 20 años, me recuerda aquel dolor sordo y angustioso del amor. En algunas personas , y sea en la época que sea, o en el país que sea, el amor les convierten en peregrinos del sufrimiento más agudo hasta convertirlo en un pacto con la soledad, para poder llegar al final con una irremediable y triste calma. |