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Mucha gente me había dicho que la bilogía de Seis de Cuervos era mucho mejor que la trilogía de Sombra y Hueso. Y lo cierto es que no les falta razón para hacer esta afirmación. Los personajes son variados en cuanto a raza, físico y sexualidad, y con su propia intrincada psicología. Cada uno tiene unos demonios que les atormentan y a los que deben vencer para sobrevivir. Por otro lado, la trama central se va complicando y quedando un poco de lado para ir convirtiendo los conflictos de dichos personajes en la línea central de la acción. A lo largo de la lectura estás en tensión, esperando que todo salga bien y no les ocurra nada. El libro supone un altibajo de emociones que termina en un punto álgido, dejándote con ganas de más. |
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