La noche de plata

“El cadáver había sido enterrado al pie de un roble enorme, lo que hacía que su tamaño pareciera incluso más pequeño, por contraste.” ~ La noche de plata de Elia Barceló.

A Carola Rey le faltan unos años para la jubilación y se toma un año de excedencia que dedicará a ordenar y vender la biblioteca de un marchante de arte en Viena. Pero volver a Viena revuelve la vida de Carola ya que fue allí donde su hija pequeña desapareció hace casi 30 años.

Curiosamente mientras está en Viena aparecen unos esqueletos de niños en el jardín de una casa y el investigador del caso Wolf Altmann es amigo de Carola.

Vamos por partes. El libro no es novela negra —si vas buscando oscuridad, no—; tampoco es novela policíaca. ¿En qué género lo encuadraría? No tengo ni idea, esa es la verdad. Ahora bien, me ha encantado con todas sus “cosillas” porque sí, está lleno de “cosillas” que posiblemente no hubiese aguantado en otra novela.

¿Qué me ha pasado? No lo sé. La historia me ha atrapado desde el primer momento y creo que ha sido por la forma en la que está desarrollada y por sus personajes. Ha habido momentos del día en que me acordaba de ellos como si fuesen reales.

La protagonista me ha gustado por “poco común”: mujer, mayor, segura de si misma y al mismo tiempo con sus miedos y sus necesidades. El personaje de Wolf también me ha encantado y los secundarios me han desesperado —de esos para cruzarles la cara con la mano abierta—. le criticaría la naturalidad que le da la autora al excesivo consumo de alcohol de sus protagonistas.

Por lo demás, muchas casualidades que además se ven venir con los ojos cerrados y muchas páginas y subtramas que nada tienen que ver, que quedan en el aire, y que solo se justifican si estos personajes tienen continuidad en otras historias. Y con todo me ha gustado así que creo que mi valoración es más por lo bien que me lo he pasado que por esa calificación de “novela negra” que le han dado que puede más perjudicar que beneficiar porque lo que vas a encontrar nada tiene que ver.