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Cierro el mes del amor con una lectura corta pero certera si lo que buscas en una historia donde los corazones aman más allá del tiempo y la distancia. Elia Barceló nos ofrece una novela corta, de esas que se leen con avidez y que no te dejan parar. Queremos, necesitamos saber cuál será el destino de nuestros enamorados. Hacer una sinopsis sería una atrocidad y le quitaría toda la emoción y el misterio, destrozaría la vuelta de tuerca, el toque fantástico en el que se mueve la historia, así que no lo voy a hacer, pero lo que haré es recomendarla si lo tuyo son los amores puestos a prueba más allá de toda lógica. Será difícil no recordar otros libros, otras películas con temática similar cuando leas El secreto del orfebre. Este recurso fantástico ya ha sido puesto a prueba en otras historias, pero siempre resulta efectivo porque pica justo en el centro de nuestra curiosidad lectora. El tema central, los encuentros peculiares entre estos enamorados, resultan atractivos. La historia da en el clavo respecto a la extensión. No necesitamos saber mucho, pero lo que sabemos nos pone inmediatamente en contexto y absorbe nuestra atención. Es la primera novela de Elia Barceló que leo, pero intuyo a una buena narradora, con capacidad para enganchar, para concretar y dosificar. Eso se agradece. Y sí, la historia es miel, los personajes son buenos, bonitos y agradables, almas gemelas más allá de todo entendimiento, pero de eso se trata, ¿no?, de abrir este libro y suspirar un poco. Ya vendrán otras historias para sacudirnos la consciencia, para estremecernos, e incluso para ahogar algunos gritos (o gritar a pulmón). Esta historia es para los que quieren romance del tórrido y un poquito de sorpresa. Volveré a Elia Barceló. Tengo ganas de ver hacia dónde van sus intereses como escritora y descubrir otras historias suyas. Quizás el tema no me sacudió o no me estremeció, pero su prosa es agradable, sabe hacernos llegar a donde desea con total claridad y emoción. Corazones enamorados en busca de una historia que les haga pum- pum a la velocidad de la luz: leer El secreto del orfebre. |
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