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Comencé la historia muy animada, no había leído nada de la autora anteriormente pero sí me la habían recomendado, por lo que llevaba buenas expectativas. La historia me enganchó rápidamente y leí la primera mitad del libro casi de una sentada. La novela cuenta la historia de Alicia, o más bien nos la cuenta la propia Alicia en un guiño de tú a tú con el lector. Una mujer hecha a sí misma, con una buena carrera y proyección internacional, que por avatares del destino se ve de nuevo de regreso en su vieja casa familiar en un pueblecito del Pirineo aragonés. Y todos los demonios que Alicia había conseguido encerrar bajo siete llaves, poniendo tierra y kilómetros de por medio, vuelven a aflorar con tan solo poner un pie en esas empinadas calles. Junto a Alicia, su hermana Gala y el pequeño Tito, iremos descubriendo los traumas, malos momentos y desencuentros que se escondían en una aparente calma familiar y descubriremos una Alicia que, pese a su éxito profesional, vive una vida personal cargada de miedos. Yo suelo empatizar bastante bien con los personajes, buenos y malos, y me ha resultado fácil ponerme en la piel de Alicia, en los recuerdos bonitos de las noches de verano de la infancia, los aromas de la casa en donde uno crece pero también en las relaciones familiares en donde no todo es amor y compañía. Tenía ganas de encontrar un libro en donde la relación entre hermanas no fuera idílica, en donde los celos, las envidias y los malos rollos camparan a sus anchas. “Si en tu casa cuecen habas, en la mía a calderadas” y empezaba a creer que en mi familia nos habíamos equivocado al comprar la olla. Las discusiones y gritos que Gala y Alicia se dedican han hecho que los personajes me resulten más reales, más cercanos, y les ha quitado una buena capa de perfección que de otra forma me hubiese resultado demasiado empalagosa. Sin embargo, la parte final del libro me costó bastante más leer, se hizo más lenta y espesa y la resolución previsible. Ha sido una buena lectura, me ha durado apenas tres noches, una historia optimista y nostálgica en donde aprender a valorar el pasado que vivimos pese a no ser del todo perfecto y afrontar el futuro aún sin saber que vendrá con él. |
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