Nos encontramos en los años 80, en un pequeño pueblo. Oswald es camarero en el bar del pueblo. Un día llega Theo, un amish de la colonia cercana al pueblo. Por una confusión empiezan a hablar. Y Theo decide quedarse en el pueblo para pasar su rumspringa (el año sabático de los amish antes de comprometerse con su comunidad) Oswald se encariña de Theo porque tiene una forma muy particular de ver el mundo. Así que le ayuda durante su estancia en el pueblo enseñándole las cosas del mundo y el amor. Me han gustado mucho los dos personajes. Esa forma de mostrar el mundo desde dos puntos de vista y esa lucha de cumplir con lo mejor para el otro, con las normas y costumbres de la sociedad. Me ha gustado mucho como la historia comienza de una forma inesperada y por un mal entendido. Y termina siendo todo un crecimiento y descubrimiento de cada uno de los personajes. También me ha gustado como los dos personajes se han conocido es sus ambientes, y aceptan su pasado, con luces y sombras. Incluso se apoyan y ayudan a volver a pensar en sus sueños. Es muy bonito el mensaje de que cada uno tiene que encontrar su sitio en el mundo. Y a veces hay que pasar por malas experiencias para encontrar la luz y esa persona de apoyo. O a lo mejor, tu lugar esta lejos de tu familia y costumbres que has conocido desde que has nacido. Pero eso no quiere decir que se deje de querer a nadie, ni se deje de ser el de siempre. Se evoluciona. Añadir que la ilustración es preciosa. Tiene unas partes de paisajes increíbles o las partes donde Oswald baila que me han enamorado. + Leer más |