Hacía mucho tiempo que no me sumergía en un clásico y probablemente por ese motivo me haya costado un poco sumergirme en esta historia. No os voy a venir a desvelar nada que no hayáis leído ya sobre ella. Yo la he disfrutado y la he leído con mayor agilidad a partir del cuarenta por ciento de su extensión que es cuando los acontecimientos empiezan a desarrollarse con mayor soltura. Tristemente los prejuicios es algo que seguimos teniendo en nuestro día a día, ya sea por comentarios malavenidos o por experiencias pasadas, pero luchar contra ellos nos hace ser mejores y nos puede descubrir nuevas vivencias y relaciones. Si os gustan las novelas románticas llenas de confusión y con una resolución exitosa, no dudéis en sumergiros en ella.
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