La protagonista de esta novela, Catherine Morland, es una joven de 17 años fanática de las novelas góticas. Se podría decir que padece del síndrome de Don Quijote: su imaginación activa y su fanatismo por las novelas la lleva a malinterpretar o fantasear en exceso. Después de todo, ¿Quién no ha querido que su aburrida y anodina vida tenga algo de aventura y tensión, como en las ficciones? de modo que este libro es una parodia del género gótico y también reflexiona sobre otros temas que podemos encontrar en la literatura de Austen, como el clasismo y las convenciones sociales.
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