Emma

Aunque la narrativa de Jane Austen me gusta mucho, esta historia no me ha llegado tan profundo como otras suyas. Y es que, la protagonista, que da título a la obra, Emma, es una niña caprichosa y manipuladora, que siempre consigue lo que quiere.

Las descripciones de lugares y personajes son maravillosas, dignas de la autora, con numerosos adjetivos acompañados de un rico vocabulario. La traducción parece correcta, no llama la atención por poseer expresiones alarmantes que no peguen con esta novela clásica. Además, el libro se divide en capítulos no demasiado largos en general, por lo que su lectura se hace ágil y ligera.

El argumento es sencillo: se trata de una muchacha a la que le encanta unir parejas entre sus vecinos, y que disfruta inmiscuyéndose en la vida de los demás. Me hubiera gustado que la vida le hubiera dado alguna lección directamente a ella, pero solo se la daba a los personajes que se dejaban influenciar por ella, y esto hacía que Emma sufriese al verlos afectados por sus juegos y manipulaciones. Si este es el mayor castigo que iba teniendo a lo largo de la historia, a mí ya empezaba a cansarme considerablemente. Me gustan más las obras clásicas en las que, aunque alguno de los personajes se comporta mal, recibe su merecido en mayor o menor medida. Una moraleja que llevarte de la lectura.

Lo único que me ha gustado de todo esto a sido que Emma reconocía sus errores, y al ver que las cosas no salían bien al manipular a los demás, iba corrigiendo su comportamiento. Es lo menos que podía hacer, desde luego.

El resto de personajes me ha parecido una delicia, con numerosas personalidades distintas, que han enriquecido el texto de manera sublime. El que más me ha sorprendido ha sido el del padre de Emma, un hombre hipocondríaco que siempre tiene miedo de que alguien pierda su salud, y al que todos los demás tienen que convencer para cambiar aunque sea un poco sus rutinas de vez en cuando.

No considero este clásico como uno de los peores que he leído hasta ahora, pero tampoco me ha encantado y no creo que sea tampoco de mis favoritos.