Penélope y las doce criadas

Penélope y las doce criadas, o cómo un libro convierte en malo otro que has leído sobre el mismo tema, porque sí, digan lo que digan, las comparaciones son odiosas y siempre hay alguien que tiende a salir malparado. En este caso la clara ganadora es Margaret Atwood.
¿Por qué, Mila? ¿Por qué? El enfoque, queridas mías, imaginad a una Penélope muerta, hablándonos desde el Hades y haciéndolo hoy, en pleno S. XXI. Imaginad la perspectiva de una mujer que lleva viendo injusticias más de 20 siglos. Sí, nos habla de sus años enclaustrada, de todo lo que hubo de hacer para mantenerse en pie con un marido ausente, un hijo que crece y se cree hombre antes de tiempo (como todos), con otros hombres que la ven como un objeto útil para sus ambiciones,... pero también nos habla sin tapujos de todo lo sucedido cuando Odiseo vuelve: de la carnicería de pretendientes, pero también de la de sus doce doncellas, de cómo tarda poco en emprender nuevos viajes y cómo la perspectiva lo cambia todo.

FA-BU-LOSO. Podéis acompañarlo con un retsina (un vino resinado que se produce desde hace más de 2000 años) rosado en este caso, porque un poco de sangre acaba siempre tiñendo el agua que bebemos.