Elegí "Erentsa. Verano de 1997" porque la sinopsis decía que era un libro sobre el día a día de los habitantes de un pueblo y pensé que era lo que me apetecía, una historia sencilla y tranquila. Pero cuando empecé a leer las primeras páginas, creí que me había equivocado. La sinopsis no te revela de qué va la historia en realidad y, arrastrada por esa decepción inicial, mi primera reacción fue: no sé si me va a gustar porque no es lo que esperaba, no quiero leer sobre esto… Resulta que Erentsa es un pueblecito del Pais Vasco y, durante la lectura, seguimos el día a día de sus habitantes en el verano de 1997… cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco. Me había metido en una historia sobre terrorismo. Que no es que no me parezca un tema importante, pero no es lo que busco en mis lecturas, que tienden más a la evasión... Y claro, esto fue un punto de resistencia para entrar a leer. ¿Que ha pasado? Pues que me ha gustado el libro. Hasta a mí me ha sorprendido. La violencia de la Organización es algo que está ahí, es el hilo conductor, pero permanece de fondo en la historia, mientras el autor te va contando la vida del joven Tomax, su familia, sus amigos y las gentes del pueblo con las que se relaciona. Es un gran retrato de la diversidad del País Vasco ante el terrorismo. Te pone un poco en esa dicotomía de que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Y no es una justificación de la violencia: lo que ves leyendo “Erentsa” es que cada uno tiene su historia. Hay quienes recurren a la violencia y les parece legítimo usarla contra la represión españolista. Otros que se han visto arrastrados a una situación y no saben cómo han llegado ahí. Y también quienes se plantean que la violencia no es el camino. Todo esto te lo cuenta Txema Asencor a través de un grupo de personajes con más o menos relación entre sí. Desde el joven Tomax y sus amigos, hasta la profesora del pueblo, el cura de la zona o la policía. Ese trocito de historia de cada uno, contado desde su experiencia personal, hace que puedas empatizar con ellos o al menos entenderlos un poquito y que la lectura se haga también entretenida. Por supuesto, en esto tiene mucho que ver el estilo del autor, que ha ido pulverizando mi reticencia inicial capítulo a capítulo. También es verdad que empezó a ganarme desde el principio con la etimología del Ibañots, el río de la zona. Ha construido una historia que al final es lo que decía la sinopsis: el día a día de los habitantes de un pueblo en el verano del 97. ¿Que no es un pueblo cualquiera? ¿Y tampoco fue un verano común? Es cierto. Y Asencor lo cuenta muy bien. Convierte “Erentsa” en el retrato de un momento de la historia reciente de nuestro país y lo hace con naturalidad y cercanía. Y sienta genial disfrutar de un libro que de primeras pensabas que no te gustaría :) Enlace: https://silviatinoco.blogspo.. + Leer más |