El arte es en sí mismo y un gozo hacerlo. Los logros, los aplausos ayudan. Son la cereza en el pastel, no el pastel. El pastel es el trabajo diario. La alegría de poder subsistir de la actividad que nos apasiona y no estar sentados ocho horas en una oficina, llegar a casa, cenar, hablar cinco minutos con la pareja, ver televisión, dormir y despertar al día siguiente a las siete para volver a lo mismo. Con o sin éxito, crear se convierte en una adicción.
|