Segunda entrega de la serie protagonizada por el inspector Milo Malart, todavía más introvertido que en “el asesino de la pedrera”, acompañado de la subinspectora Rebeca Mercader. Dos asesinatos relacionados con un célebre bufete de abogados, especializado en impagos, se mezclan con la aparente salvajada de unos cachorros de perro empalados en diferentes parques infantiles. En el entramado de la novela aparecen temas tan actuales como la crisis, el empobrecimiento de gran parte de la sociedad, los desahucios y como contrapunto grandes partidas de cartas en las que una ganancia de 40.000 € es mera calderilla. Me parece bien desarrollada y me ha gustado. |