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SEgunda entrega de las investigaciones de Julius Bentheim y Albrech Kosick. La primera fue La musa oscura. El Gabinete de los Ocultistas. En una reunión social (en el primer volumen también hay varias) un grupo de intelectuales y gente más o menos culta, decide reírse un poco de la ignorancia popular y crea el mencionado Gabinete de los Ocultistas. Por aquello de rizar el rizo y provocar un poquito más al Más Allá, tiene que estar compuesto por 13 miembros. Si. 13. ¿Ocultismo, fantasmas, trece? ¿Qué podría salir mal? Pues varias cosas, pero hay que leer el libro para enterarse que no estoy yo por la labor de desvelar mucho. Continúan los mismos protagonistas que en el libro anterior, un año más viejos y, por lo tanto, un año más sabios. Siguen los debates sobre el bien y el mal, lo humano y lo divino, lo espiritual y lo terrenal, la ciencia y la superstición. Son dos libros que se complementan uno al otro. En ambos vemos que la ambición (tanto a nivel económico como intelectual) hace que las personas hagamos muchas tonterías, y en ambos aprendemos sobre derecho, medicina, arte, arquitectura y forma de vida en el viejo Berlín. Justo al lado de Under den Linden, el viejo boulevard que sigue siendo el eje de dicha ciudad. |
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