Cuando conocí la historia de Lina y Aaron me encantó, me hizo reír y disfrutar con ellos, por eso, cuando descubrí que la historia de Rosie iba a tener lugar en este libro, no tuve ninguna duda de que debía leerlo. Pensaba que no me iba a gustar más que el primero, pero que equivocada estaba. Este libro es mucho más personal, más emocional, ver cómo se fragua un amor tan poco a poco, a base de acciones y momentos, me ha parecido maravilloso. Me ha dejado ese sensación de tener el “corazón calentito”, me ha dejado con una sonrisa de la que no he sido consciente hasta que me he parado a pensarlo. Si bien es cierto que, a título personal, el giro del final no me ha gustado demasiado, me he dado cuenta de que representa a la perfección cómo son los personajes (en este caso Lucas), por lo que tampoco puedo ponerle ningún pero. Estoy deseando que Elena saque otro libro para poder seguir disfrutando de sus historias y su escritura. |