Farewell, my dear Cramer 5

Hoy traigo reseña de otra de las series que sigo, el spokon futbolero femenino protagonizado por el equipo de las Warabis.

Este tomo comienza con la victoria de las Warabis en las semifinales de la interliga juvenil de Japón contra el Eisen Funabashi. Aunque iban perdiendo, el entrenador consigue dar la vuelta al partido al sacar a jugar a la motivada Echizen y modificar la posición de Onda en el terreno de juego, consiguiendo que se dedique a organizar el juego desde el centro del campo. Suo logrará meter los dos goles que darán la victoria al equipo por un 4-3.

Y, tras haber ganado al Eisen Funabashi, las Warabis se plantan en la final y tienen que enfrentarse a las Korenkan, uno de los mejores equipos del país. de hecho forman parte del mismo varias de las jugadoras que han ganado con su equipo el Campeonato Nacional de verdad (en el que no pudieron participar las Warabis por no haberse clasificado junto a los mejores equipos). Pero, ¿por qué varias de las jugadoras que ganaron la final hace tres días van a participar en este encuentro si lo que deberían hacer es descansar? ¿Será que quieren enfrentarse contra las Warabis a pesar de no estar entre las mejores de Japón? ¿O es que realmente sí que lo están aunque no lo sepan?

Comienza el encuentro con un sorprendente juego de las Korenkan, que ocupan el centro del campo y saben jugar a la defensa y al ataque. Parece que estuviesen probando a sus rivales, a ver de qué son capaces, y las Warabis al principio parecen sentirse amenazadas. Pero su juego destaca por sobreponerse cuanto más complicada este la cosa, así que, tras varios goles de las Korenkan, logran encadenar varias jugadas de Suo que terminará por encajar un gol. Mientras esto sucede, conocemos la historia de dos hermanas que juegan en el Korenkan, la mayor, que parecía más prometedora y la pequeña, que tras su humildad oculta una capacidad magistral para entender el juego, lo cual la convierte en un verdadero as del balón con un potencial increíble.

La final del torneo está que arde y no podemos saber realmente quién va a ganar, puesto que aunque el Korenkan es un equipo ganador, las Warabis cuentan con una fuerza de voluntad que puede mover montañas.