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Leí este libro cuando ya era mayor, porque me avergonzaba ser de las pocas personas de mi entorno que no lo había hecho en la infancia. de hecho, creo que en mi infancia ni oí hablar de él. Me maravilló, como a gran parte de sus lectores. Me pareció una joya, simplemente. Es un libro corto, que creo que tiene la justa medida, para no resultar empalagoso. Me alegro de haberlo leído de mayor y que me hiciera pensar en qué es lo que realmente importa. Si lo hubiese leído de niña, tal vez no me habría hecho mella y de mayor ya no lo volvería a leer. Y solo vería sombreros en las boas cerradas. Sería horrible. |
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