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"Para ser profundamente falsa, una persona debe tener una de dos características: ser de una ambición carente de escrúpulos o ser de un egocentrismo redomado. Debe creer que, para conseguir sus fines, puede someter a personas y cosas a su voluntad o que es el centro no solo de su propio mundo, sino también de los mundos en que viven los demás".En el mundo en el que habitan la pequeña Maya y su hermano Bailey hay dos personas muy falsas: su padres. Y una muy real, la Yaya. La Yaya regenta una tienda en el Arkansas segregado de los años cuarenta, por donde paran los algodoneros antes de volver a casa y los blancos, aunque te deban algo dinero (como es el caso) no quieren que te acerques a sus barrios más que para limpiar sus casas. Primer tomo de una saga de siete en la que Angelou te cuenta si vida como lo haría una amiga que se sienta contigo una tarde en el porche con una limonada fresca delante, aquí nos lleva a su infancia y primera adolescencia. Siempre de aquí para allá, ahora con tus padres, ahora con tus abuelos, Maya y su héroe - hermano Bailey viven más vidas que muchas personas con el doble de edad. Segregación racial, desarraigo, relaciones familiares estrambóticas, picar pared para ser la primera revisora de tranvía negra en San Francisco, sentirse distinta por ser fea, buscar consuelo en la literatura y enamorarte de un blanco llamado Shakespeare. La escritura de Maya Angelou es muy bella, muy ligera, incluso cuando habla de las experiencias más terribles y sobre todo, me ha sorprendido el tratamiento tan natural que hace de la religión. A mí, que se me ponen los pelos como escarpias cuando se hablan personajes religiosos en los libros, en este el tema está tan bien integrado con la historia que fluía perfectamente sin sacarte de ella. Este libro es una joya y yo sólo quiero que Libros del Asteroide los traduzca todos POR FAVOR.
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