La dama y la muerte

“Nadie sabe quién es Dama, solo que pinta”

Tras el éxito obtenido con su primera novela, Greta Alonso (al igual que Dama, la autora escribe bajo seudónimo) nos ofrece en su segunda obra una novela negra con tintes de thriller con el mundo del arte como telón de fondo, que trata de dar respuesta a la pregunta ¿quién se esconde detrás de Dama?

Nadie sabe quién es Dama. Nadie ha visto nunca un Dama, únicamente aquellos que han adquirido uno. Sus obras, subastadas ocultas bajo papel de estraza, no dejan de revalorizarse al tiempo que el misterio en torno a su figura no para de crecer. El brutal asesinato de un popular futbolista tras adquirir uno de sus cuadros hará que resolver la incógnita en torno a la identidad de Dama sea fundamental para tratar de evitar más muertes.

Si “El cielo de tus días” fue un más que digno debut, con “La dama y la muerte” Greta Alonso se ha consagrado definitivamente en esto del género negro, percibiéndose en esta segunda novela una mayor madurez, tanto en el fondo como en la forma. Si el misterio de quién se esconde detrás de Dama es lo que engancha al lector en un primer momento, son unos personajes fantásticamente caracterizados, llenos de matices y con unas relaciones tremendamente complejas entre ellos, los que hacen que la historia termine atrapándole irremediablemente.

Mateo Valtierra, responsable del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Santander, es un hombre metódico, con una mente analítica y un marcado sentido de la justicia. El juez Jorge del Cerro, quien, a pesar de su cargo y su posición social, no dudará en saltarse las normas. Bianca de Arbide, una mujer que ha luchado por labrarse su propio camino aun cuando no lo necesitaba. Ninguno de ellos se queda en un mero esbozo. Están llenos de contradicciones, inseguridades y tonalidades (por seguir con el mundo de la pintura), que les otorgan ese pátina de realismo que hace que el lector se implique al 200% en la historia, teniendo la sensación al terminar la lectura de que los conoce como si de personas reales se tratase.

La autora consigue que dos tramas en apariencia independientes terminen encontrando su punto de unión de manera completamente orgánica, para nada forzada, desembocando en un final impredecible del que, echando la vista atrás, encontramos pequeñas pistas a lo largo de la narración. Todas las piezas de la trama terminan encajando en un puzzle perfecto, obteniendo respuesta todas esas preguntas que habían ido surgiendo. Cuando parecía que ya estaba todo dicho, la autora aún se toma el lujo de volver a cambiar algunas de estas piezas de sitio, siendo la nueva imagen resultante igual de consistente que la anterior, y logrando sorprender al lector hasta las últimas páginas.

La ambientación es otro de los puntos fuertes de la novela. Desde el certero retrato del elitista ambiente de las casas de subastas y los marchantes de arte, hasta el expolio artístico llevado a cabo por los nazis o el mundo de las falsificaciones, es evidente la ardua labor de documentación que la autora tiene que haber llevado a cabo, pero durante la lectura no se percibe como si esta quisiese demostrar todo lo aprendido sobre el tema, limitándose a dar los datos esenciales para la trama. Santander, Londres, Madrid, París…serán algunos de los escenarios por los que Greta nos llevará siguiendo el rastro de Dama.

Con un soberbio manejo de los tiempos, dosificando la información de manera que se mantiene la tensión narrativa durante toda la novela, “La dama y la muerte” es una magnífica historia ejecutada de forma extraordinaria. Sin duda, estará en mi lista de lo mejor del año. Muy recomendable.

“Dama fuic it”