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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
06 November 2023
Hay libros para los que uno se siente predestinado. Que retrasa el momento de ponerse con ellos porque está convencido de que independientemente de cuando llegue dicho un momento, la obra le va a gustar. Libros en los que uno tiene una confianza ciega incluso antes de haberlos abierto por primera vez. Es cierto que a veces esto no se da, que muchas veces kas expectativas no llegan a cumplirse. Pero sinceramente, mi palpito con “La Casa de los Espíritus” nunca me hizo dudar de que iba a adorar esta lectura. Y menos mal que ha sido así, porque si no me hubiera gustado, la caída hubiera sido monumental. Tenía muchas ganas de leer la novela, y si las expectativas no se hubieran cumplido, esto solo se podría haber traducido en que el libro no me hubiese gustado nada, en que incluso lo hubiera aborrecido. Éste era un pequeño miedo que tenía cuando lo empecé, por suerte no se ha cumplido os aseguro que se trata de una de las mejores lecturas este año, y que a partir de ahora ya me va acompañar para siempre. Además, lo he leído en lectura conjunta con el grupo de las Chicas Foenkinos, y eso siempre es un plus de los buenos.

Con la figura del autoritario, rabioso y ambicioso senador Trueba como eje central, “La Casa de los Espíritus” nos relata la historia de las mujeres de una misma familia a lo largo de tres generaciones. Clara, Blanca y Alba son tres mujeres totalmente diferentes entre sí, pero llenas de carisma, fuerza y vitalidad. Unas características que las ayudarán en sus peores momentos, especialmente cuando la situación política en el Chile de mediados del siglo XX con la llegada de la dictadura de Pinochet se entrelace implacablemente con el destino de esta saga familiar.

La verdad es que me costó un poco introducirme en la historia, realmente no sentí que empezase a hacerlo hasta el segundo capítulo que leí. Y es que, a priori, parece que esta obra es sencillita y que está escrita con una pluma bastante directa, pero a medida que vas ahondando en ella compruebas que en realidad es bastante más complicada, requiere de cierta atención por parte del lector para captar todos los detalles y enterarte bien de lo que pasa en sus páginas. Y a estoy hay que unir la forma en que esta escrita, con capítulos extensos en los que pasan muchas cosas y aparecen muchos personajes, y que cuentan con pocos saltos en el texto. Además, en mi caso, creo que también influyó que use una edición en la cual la letra era muy pequeñita. Pero por suerte, creo que a partir del tercer capítulo empecé a conectar con la historia. Y de qué manera. Que placer ha sido leer esta novela. La tenía pendiente desde hace mucho tiempo, y nunca encontraba el momento de leerla. La he disfrutado mucho. Me ha parecido magistral la forma como Allende hila todas las cosas desde el principio, como logra que quede orgánico el cambio de narrador en ocasiones. Narrativa y estructuralmente todo está muy bien hilvanado de principio a fin,todas las piezas encajan muy bien.
Nos encontramos ante una obra que tiene un estilo tan personal que cuesta pillarle el ritmo, tanto por la forma en que está escrita como por su tono. Pero todo es darle una oportunidad y dejar que te atrape con su estilo que, aunque resulte obvio, tiene tanto de “Cien años de Soledad”, no solo por la ambientación y porque las dos obras estén ( como bien Sabino es) inscritas en el género del realismo mágico. También por lo onírico que resultaba todo, desde la ambientación hasta la atmósfera, y por lo particulares que son los personajes. Y es que “La Casa de los Espíritus” es una obra con una entidad radicalmente propia. Allende tiene una pluma llena de fuerza y belleza, muy personal y sabe crear una atmósfera onírica que te atrapa una vez que entras en ella. Es una autora que usa los elementos del realismo mágico para crear una historia potente y rabiosamente personal, con algo muy visceral, y que le sirve no solo como un retrato profundo de los miembros de una familia, sobre el devenir político , social y cultural de la nación de Chile, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. Y todo perfectamente mezclado con el realismo mágico en su estado más puro, la magia es en la casa de los Trueba algo perfectamente cotidiano tanto como se convierte en un motivo único dentro de la historia. Me ha hecho mucha gracia la forma en que trágico Allende lo convierte en un motivo, casi gracioso o cómicos . Y eso es algo que se ve muchas veces en la novela, mientras lea notaba que es una historia muy emocional, pero tiene momentos en que es como si la autora no se tomase nada en serio y quisiera reírse de todo.

Amores prohibidos, embarazos fuera del matrimonio, bodas de conveniencia, secretos sórdidos. Desde luego, en la novela hay trama, pero el peso del conjunto se centra en las historias generacionales y personales de sus entrelazados personajes. A lo largo de más de 300 páginas, casi 400, Isabel Allende nos presenta una galería de personajes íntima y profundamente trazados, complejos y llenos de recovecos, cuya construcción y evolución se va gestando poco a poco a medida que se sucede la historia, caracteres llenos de todo tipo de facetas y claroscuros, humanos en toda la extensión de la palabra, y por eso uno puede conectar con su forma de ser y evolucionar, porque se sienten muy reales.

Como dije antes, aunque esta historia puede definirse como de mujeres, hay una figura masculina, que es la que sirve de hilo, conductor y pegamento de la trama, un personaje con una presencia que se impone a todo. La figura del cacique y político Esteban Trueba está muy bien construida, demuestra los claros y los oscuros de un personaje increíblemente complejo, fruto de una época no menos turbulenta y de una azarosa evolución social y personal. El personaje está tan bien construido que se justifica así mismo de una forma muy creíble, aunque nosotros como lectores sepamos que hay mucho de reprobable en varias de las cosas que hace y en su manera de pensar, aunque protagonice algunas de las escenas más duras y nauseabundas de una obra que no carece de ellas. Estaban Trueba es un personaje lleno de claroscuros, que no se me tiene estático en el tiempo, tan deleznable como digno de respeto por como se ha hecho a sí mismo y de compasión a ratos cuando permite mostrar su ser más íntimo, una buena representación del caciquismo de la época; de lo que puede hacer la ambición social , económica y política; del papel de los hombres dentro de su familia. Y algo que me llamó mucho la atención es que la historia incida tanto en los gemelos Jaime y Nicolás, hijos de Esteban y Clara. Siempre me habían vendido esta historia como enfocada en varias generaciones de mujeres de una misma familia, y por eso me sorprendía que se hablase tanto de estos personajes masculinos. A diferencia de otros caracteres masculinos, no son esencialmente malos, y me parece que son representados por Allende de una forma muy humana. Las mujeres de la familia Trueba siempre son representadas de una forma muy simpática, mientras que con Nicolás y Jaime se reconocen tanto sus virtudes como sus defectos. Y eso me gusta, porque no me puedo enfadar con ellos como con otros personajes masculinos.

La fuerza de la figura de Esteban es la suficiente para que se convierta en el pegamento de las historias personales de las mujeres que pueblan estas páginas. Y que mujeres. Allende nos presenta una galería de féminas complejas, carismáticas y llenas de fuerza, muy diferentes unas de otras. Y todas ellas inolvidables.

¿Como no amar a Clara? Sin duda mi preferida de todo el libro, una mujer de gran inteligencia emocional. Parece que no hace nada y que vive en su mundo, pero de alguna manera es la logra controlar a todos los miembros de la familia. Me encantaba la forma como en silencio y sin montar montar un plan de escándalo, Clara lograba vivir en su propio mundo y hacer lo que realmente deseaba.

¿Como no simpatizar con Blanca? Quizás de las tres mujeres de la familia sea la que me ha parecido peor definita . La hemos visto nacer, crecer, enamorarse y ser madre. Pero me ha faltado que se incidiera más en su personalidad, en los recovecos de su forma de ser. Con ella siento que la autora tarda en humanizarla y convertirla en algo más cercano para el lector. Pero una vez que coges el hilo del personaje, la verdad es que acabas entendiendo su forma de ser por todo lo que pasa a lo largo del libro y por su historia de amor y oscuridad con Pedro Garcia Segundo, que va paralela al devenir de Chile.

¿Como no admirar la rebeldía de Alba? para mí es la que mejor trazada está junto a sus dos abuelos. Su idealismo tiene algo admirable por su inocencia y por el desinterés y valor que llega a mostrar en varias ocasiones. Aunque quizás a mi me sobraba un poco que ese compromiso político viniera de la mano de su amor por Miguel, me hubiera gustado más que fuera algo que le saliera más natural.

No nos olvidemos de otras mujeres, que aunque no compartan sangre con estas tres, son igual de esenciales para los acontecimientos que leemos. Como Férula, quien me hubiera gustado que hubiera aparecido más en la tramas por sus claroscuros tan interesantes y conmovedores. El peso que tiene en las pocas páginas en las que aparece es fundamental para la trama, y la autora desarrolla eso muy bien. Tenia cosas que podían ponerte un poco nerviosa, pero a mí me inspiraba mucha ternura esa necesidad de amor que tenía, por más que terminase manifestando de una forma un tanto pesada hacia Clara. Y no nos olvidemos de Transito Soto, sin lugar a dudas la gran heroína de esta historia. Era obvio que tenía que estar en este entramado por algún motivo, si no no se explica la importancia que se le daba desde el principio, y al final su presencia se ha justificado totalmente. Pocas veces he estado más agradecida a un personaje. Tránsito, has ido la luz al final de ese túnel en que se ha convertido la situación en Chile en las últimas páginas de la novela, un desenlace previsible ya no solo porque nosotros, desde el año 2023 con conozcan los acontecimientos. Incluso sin saber nada de la historia de este país, uno podría intuirlo por la forma en que el ambiente político se iba enraizando paulatinamente según se sucedía el libro.

Que maestría la de Isabel Allende para enseñarnos los horrores de la dictadura en Chile, y como esta va a extendiéndose por todo el país. Que inteligencia emocional, como se nota que ella sufrió y vivió en carnes propias todo eso. Ha sido horrible las cosas que ha narrado, de esas que se quedan fijas en ma retina mental del lector. Todas esos personajes muertos, toda esa brutalidad y toda esa represalia, todas esas vidas y cuerpos destrozados. Hiela leerlo, y se me hielan las entrañas solo de recordarlo un mes después de leer. Terribles las muertes de Jaime y del profesor. Un auténtico horror personificado en todo lo que sufre Alba, descorazonador de leer. Es el horror en su estado más puro, cruel y brutal, en contraposición a la fuerza y valor que el personaje ha tenido en todo este periplo hacia la oscuridad más profundas. Porque así es la vida real, injusta y muchas veces formadas por episodios no cerrados del todo. Y esta situación se convierte en la excusa para regalarnos un monologo final por parte de Trueba que puede ser difícil de leer y árido, pero me han parecido de una maestría literaria sublime, con su estructura de corrido sin ningún punto y apenas comas. A medida que va avanzando, uno puede notar la ansiedad, el miedo, el horror, los remordimientos que asolan a un hombre que siempre estado lleno por la rabia y que ha descubierto que todo lo que creía ha sido una mentira, que solo ha llevado al país y a su propia nieta al horror más absoluto. Un hombre viejo, débil, asustado y que a lo largo de todo el libro ha tenido una evolución bestial. Es cierto que es una novela de mujeres, pero sin duda alguna, este personaje ha sido el núcleo que articulado toda esta historia y la vida de estas mujeres tan únicas, especiales e independientes.

Al final esta historia es como la vida misma, como lo que nos dice Alba en las últimas páginas. Todo está plagado de cosas malas y de horrores, pero al final todo lo que pasamos es lo que nos conforma. Y siempre hay un reducto para la esperanza, incluso en los peores momentos. Incluso la muerte, tranquila de Esteban tiene algo de eso, de Paz. Qué bonito que el fantasma de Clara, pese a todo lo que le hizo se quedase a su lado hasta el final, que le hiciera compañía. Me gusta como se ha tratado la muerte en esta historia, como algo cercano y plácido.

Si “ La Casa de los Espíritus” ha sido un periplo lleno de contrastes, a veces muy duro, pero también lleno de momentos dulces y preciosos. Es una cebolla envuelta en capas de secretos, magia, motivos, ocultos, política y amor. Pero una vez que todo el conjunto queda bien definido, uno siente que el viaje ha merecido totalmente la pena. Definitivamente esta historia se ha quedado para permanecer conmigo, sin duda va a ser una lectura inolvidable. He sufrido mucho con ella, pero también la he disfrutado y he encontrado mucho en ella.
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