Este es el segundo libro de la trilogía Amalia, lo terminé ayer y hoy ya he empezado con el tercero. La historia de esta familia es impresionante, lo que pasan, sus experiencias, soledades y, sobre todo, el carácter y forma de ser de Amalia ( la matriarca) que es una persona muy especial. Amalia te llena de ternura, de risas y, también hay que decirlo, tienes que tener con ella muchísima paciencia, un personaje encantador que me ha encandilado, que te hace pasar de la risa a la congoja en unos segundos. Todos los personajes tienen su aquel y la pluma de Palomas es encantadora, sus libros no los lees, te los “bebes” porque es una delicia poder meterte en sus historias, solo puedo recomendarlos
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